PALABRAS EN EL VIENTO

Me imaginaba famosa, viajando por el mundo. O superhéroe, daba igual. No, cantante o actriz no se me ocurrió. Princesa sí, claro, soy mujer después de todo. Me fantaseaba excéntrica, algo loca, especial, y era tímida y silenciosa como una roca. Así se me ocurrió este blog para, bueno, para todo, onda terapia. Me divierto, me reequilibro, y sigo. Ah, me olvidaba! Este es un blog autoreferente.

...arte

Locura, toda época de locura es artísticamente productiva. Elevada o no, de calidad o no. Creativa? sí.
Habrá que ver si vivir la locura, lo cura. Porque que hay algo para sanar no hay dudas.
Esta es una locura tipo hamaca goma de tractor. De esas que cuelgan de larguísimas cuerdas en árboles a la vera de una pendiente.
Sí, largos períodos de cuerda en los que de lejos se ve pendular a la locura, casi simpática de tan neutra y quietesita que se la ve.
Sólo que cada tanto, impulsada por el viento quizá, o por algún hecho humano, reaparece, inexorable, vertiginosa, escalando y escalando.
Llega a su pico más elevado tirando al máximo de la cuerda hasta que, casi al punto de extraviarse se detiene, quieta y extrema, extrema, pero quieta. Negándose a bajar y a la vez consciente de que ya no puede, no debe, seguir subiendo.

Toma de la mano a la cordura y descienden juntas, siempre retroalimentadas, siempre yin y yang, siempre dos, siempre cuerda y loca.

Una montaña, una mujer, un paraguas y un pato

¿Un pato? Pero ¿qué clase de pato? ¿Un pato pato, o un plumífero acuífero cualquiera?
Porque si no me aclaran no puedo.
Y no es que me falte imaginación, no, no es eso, es que no puedo, me pierdo.
Pato, pata… sobrenombre de hombre y/o mujer, lunfardo para pie, de qué hablamos?

¿Cómo pretende alguien que yo escriba algo con esas pautas?
Una montaña, una mujer, un paraguas y un pato.

Sí, ya sé que fui yo la que puso las pautas, pero igual, no puedo. 
Querer es poder y no querer seguro que es no poder, entonces será que no quiero. Pero es que… ¿qué tienen en común?
¿Qué hago yo con eso?


Miraba, indecisa.
Había estado subiendo por horas, días, y sabía que aún le faltaba mucho.
Además estaban esas pequeñas rarezas. Primero fue el paraguas, anacrónico, abandonado abierto al borde del precipicio.
¿Habría saltado su dueño? dijo. El eco, sutil, le repitió la pregunta en voz baja, pero no contestó.
Claro. 
Ella sabía que los precipicios solían hacer eso. 
Así que esperó. A la respuesta o al paragüero, lo que llegara primero.
Igual, la que ganó fue la lluvia.

¿Para eso lo habría traído? Sólo a alguien muy raro se le ocurre llevar un paraguas al medio 

Wendy

La chiquita la miraba esquiar como si apenas tocara la pista y quería esquiar como ella
La veía sonreír a todos y a nadie, segura, independiente, y quería ser como ella
Sabía que era extranjera, austríaca, el país de los príncipes azules justamente! y sólo por eso la admiraba un poco más aún

Personificaba todo lo que su madre no era, la libertad, la falta de ataduras, la ausencia de responsabilidades, la posibilidad de elegir... y también la juventud y la belleza y el amor, todo lo que una niña que quiere ser princesa sueña con ser

Pero Wendy era su muñeca barbie.
Y al poco tiempo terminó abandonada en medio de duchas de plástico y un living lleno de sillones inflables con florcitas, mirando cómo Ken, bastante menos estético pero también flexible, pedaleaba inmóvil (son de esas cosas que logran los muñecos) en algún otro rincón del cuarto.

Y la chiquita?
Salió al jardín a buscar osos polares en los árboles,  navegar el mundo en globos de colores, diseñar príncipes violetas a medida, y cada tanto recordar a Wendy la verdadera y soñar ser como ella.




Tormenta

Se lo pasó

“Sirvo para protegerte del soy y también del agua
Para ser de apoyo e incluso de arma;
Todo eso y quizá más
Y sin embargo siempre, en algún lugar
Me olvidás”

Gris A Cuadros terminó de leer y miró a su amigo con cara de preocupación:
-Viejo estás deprimido
-Humm; dijo Mango De Madera, y siguió con la mirada perdida
-No no viejo, así no son las cosas! Es simplemente nuestra misión en la vida
-Que nos dejen tirados por ahí?
-No, que puedan olvidarse de nosotros, que no tengan una preocupación más sino una menos
-Tu optimismo me resulta patético

Gris A Cuadros estaba decidido a sacar a su amigo de ese estado y optó por pasar por alto el comentario. En cambio, insistió:
-A ver…, nunca escuchaste a uno desesperado porque se había dejado olvidado a su compañero?
-Bueno, sí; admitió Mango De Madera al rato; pero…
-Estoy seguro de que eso pasa cada vez, y pasó con vos y conmigo

Ahora el que estaba decidido a mantener su punto era Mango De Madera, y reforzó la apuesta:
-Y los Cortitos? Nunca los viste destrozados en la calle de a montones? Esas imágenes son

Inventar y dibujar

Observación realizada en un parque de Palermo, respecto de una mujer muy rubia y blanca, sentada -a unos 30 metros-, con una amiga  y un perro.
Qué me propuse?: Inventarle una personalidad y dibujarle una vida

Nombre: Julieta
Edad: 35
Estado civil: soltera
Nacionalidad: argentina
Profesión: contadora

Julieta vive en Belgrano desde hace pocos meses. Alquila un lindo departamento dos ambientes con balcón terraza, que le costó muchísimo encontrar. Tenía muy en claro qué era lo que quería y por eso no se mudó hasta que no lo consiguió: tenía que tener sol por la mañana, un balcón grande, y estar en una calle tranquila pero a la vez cerca de todo.
Por las mañanas sale a caminar unos 20 minutos a paso rápido, acompañada de Jazmín, su perrita caniche toy -sí, le puso Jazmín como Su, pero esta es hembra-. Jazmín tiene que trotar a su lado pero eso le hace muy bien a ambas.
Vuelve, se ducha y parte a trabajar dejándole a Jazmín la puerta abierta del balcón, que para eso lo quería, para que la perra pueda estar afuera. Por el tema de seguridad no se preocupa porque está todo enrejado, y por eso puede dejar abierto. Igual lo que hace es bajar la persiana casi hasta abajo así no se nota tanto que está abierto. Siempre hay que tomar precauciones!
Es contadora y trabaja con un buen sueldo en una empresa grande. Está contenta porque dos días a la semana puede salir temprano y le da tiempo para ir a visitar a su mamá o a sus amigas antes de volver a su casa a pasear de vuelta a Jazmín
Va al gimnasio tres veces por semana, dos de localizada y una de baile cubano, que le encanta porque le divierte mucho y se relaja.
Los fines de semana, si el día es lindo, sale con Jazmín y sus amigas a caminar por Palermo y a veces se sientan un rato -no mucho porque es mejor estar activa- en un parque a tomar mate y hablar de la vida. De todos modos siempre se pone mucho protector solar 50, porque le parece fundamental cuidar su piel además de su cuerpo.
Le gusta estar sana y saludable.
En invierno le gusta ir al cine, o simplemente juntarse con amigas. Ojo, sin comer demasiado!
Lo único que la tiene un poco preocupada es que no logra formar una pareja estable. Está empezando a creer que nunca va a encontrar un hombre que le guste lo suficiente y piensa que quizá deba seguir el consejo de su madre y dejar de ser tan exigente. Pero se rebela. Si lo consiguió con el departamento tiene que poder lograrlo con una pareja! Y por ahora sigue feliz con la compañía de Jazmín, sus amigas, con su buen trabajo y su departamento.